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Boricuas peregrinan a suelo mexicano por Lanzamiento Internacional del CAM6

Enrique I. López López
e.lopez@elvisitantepr.com
Twitter: @Enrique_LopezEV

El Lanzamiento Internacional del CAM6 Puerto Rico 2023, que se celebró el 16 de febrero en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México, contó con presencia boricua. Por ello al menos 84 puertorriqueños se hicieron sentir en suelo mexicano. Uno de ellos fue la peregrinación oficial del CAM6 con 36 peregrinos, dirigida por P. Rodney Algarín Rosado.

Cabe mencionar, que en octubre de 2019 se celebró el Lanzamiento Nacional del CAM6 en el Complejo Deportivo y Cultural de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Recinto de Ponce, para el pueblo que peregrina en suelo boricua.

“Si vemos el Lanzamiento Nacional como el inicio, esto quiere decir que la pelota está rodando y no se puede dejar caer el ánimo y la gracia particular del momento. Es un hilo conductor desde aquí hasta el 2023”, sostuvo P. Rodney. Por lo que, una de las finalidades de la peregrinación fue representar a Puerto Rico y colocar a los pies de la Virgen las situaciones que se viven en la Isla y los países de toda América, según precisó. Ellos fueron “un pedacito de Borinquen presente” con la responsabilidad de compartir su experiencia. El grupo participó de una experiencia misionera en una parroquia mexicana para acompañar a ancianos y niños abandonados.

Reynaldo Quiñones Rubiani y Adria Hernández Quiñones, matrimonio misionero de la parroquia Santo Domingo de Guzmán de Yauco, explicaron que desean configurarse cada vez más con el Papa Francisco y el proceso de animación misionera para llevar el Evangelio a toda la realidad pastoral especialmente en la familia.

“Nos encontramos en la etapa del acompañamiento -en la Diócesis de Ponce- y en la Misión Permanente. Estamos unidos y queremos recibir con un corazón generoso a todos los hermanos para el 2023”, afirmó Reynaldo, quien asistió al VCAM en Bolivia el 2018. Ambos subrayaron que se sintieron representantes “de nuestra patria y nuestra Iglesia”. Para Adria cada paso “fue el privilegio vivir la experiencia junto a otros peregrinos con la encomienda de la misión”. También, Adria comentó que “todos debemos llevar la presencia de Jesús en la familia”.

De otro lado, el benjamín del grupo de misioneros fue Luis D. Ortiz Santiago, de 22 años y natural de Mayagüez. El joven describió esos días como un “encuentro cultural hermoso”. He podido vivir la paz y la hermandad estos días, los testimonios que he escuchado han sido de mucho impacto”.

Reveló que en un principio no sabía qué ofrecer y se sintió incapaz ante tanta necesidad que apreció allí. Con el desarrollo de los días, comprendió que su tiempo, testimonio y escucha fueron sus herramientas para dar. “Soy uno frente a tanta necesidad. Pero mi presencia y ejemplo puede hacer la diferencia”, explicó Luis.

México es el lugar donde inician los CAMs. Y la peregrinación fue consagrada a la Virgen María de Guadalupe, primera misionera y ejemplo de misión para a la Iglesia Continental.

Por su parte, Minerva Ortiz Alvarado de San Antonio de Padua de Coamo, afirmó que la experiencia la marcó para el resto de su vida y que pudo conocer la realidad mexicana. Afirmó: “Los mexicanos son muy creyentes. El grupo -peregrino- fue muy espiritual, con mucha fe profunda y con ello uno crece”. Añadió que: “Como católicos tenemos que buscar llegar al otro de formas distintas. El granito está sembrado, solo tenemos que regarlo para que esa fe siga creciendo, demostrar con ejemplo y abrir el corazón”, sostuvo.

Nitzi González Bacety, de la parroquia San Blas de Illescas de Coamo, comentó: “El misionero tiene que estar atento, porque Dios tiene un plan. Dentro de sus planes tenemos un propósito especifico. Esta peregrinación es una oportunidad para compartir con la persona que Dios nos pone en el camino”. Explicó qué hay un reto grande para llegar a los que no se sienten vinculados, “pero se puede con una Iglesia cercana y en salida que se fortalece cada día”.

Asimismo, Ada Torres Ramos de Nuestra Señora del Carmen de Arroyo, dijo fue una oportunidad para salir de la comodidad. “Muchos necesitan de una palabra y hay que llevar el Evangelio con los talentos y limitaciones que se tienen”. Aclaró que pidió a la Virgen de Guadalupe por la crisis incluso emocional que afecta al sur de la Isla por la serie sísmica.

De la misma parroquia, Brenda Cedeño Rodríguez, dijo que Dios se ha revelado y comunicado con cada peregrino que tuvo un encuentro con el rostro sufriente de Cristo en las calles mexicanas. “Y esto nos tiene que llevar a ser más empáticos, más cercanos y ayudar. Ante cualquier situación vamos con fe como sacerdotes, profetas y reyes por el Bautismo guiados por el amor y prudencia”, precisó.

Por su parte, P. Gregorio Okarma, párroco de Nuestra Señora de Lourdes y La Epifanía de Carolina, aclaró que el acontecimiento que los unió debe ser una chispa para dar a Puerto Rico y al Continente un nuevo impulso y contagiar a todos con una fe ardiente. Además, insistió en la formación para conocer, defender y amar la fe. “No se trata de saber el Padrenuestro, se trata de un encuentro con Cristo verdaderos. Si no conozco lo que Jesús ofrece, ¿cómo lo voy a buscar?”, reflexionó.

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